jueves, 6 de enero de 2011

JESUS LLORO

En este Trimestre, estaremos estudiando una estudio interesante, sobre las emociones humanas, a la luz de la Biblia y la Psicologia Adventista, para brindarle a usted, y su familia herramientas practicas y provechosas de como tener una solucion tanto fisica, mental y espiritual, en su vida, estamos interesados en brindarte ayuda, al fin de todo conocernos a nosotros mismos es una aventura unica y fascinante, queremos que conoscas tus emociones, para que asi aprendas o apdrendamos a controlarlas, y regularlas a fin de que podamos gozar de una vida plena en Dios, estas lecciones estan preparadas por la Iglesia Adventista del Septimo Dia, quien se interesa en ayudar y brindar apoyo, queremos que te unas a nosotros, y no te pierdas estas intersantes lecciones que estaremos dando por 3 meses. Seran de mucha beneficio, esperamos que El Espiritu Santo habite en nuestras vidas y las colme a plenitud, para que seamos trasformados a semejanza de Cristo. Daniel Mora.


"Como seres humanos, somos los más racionales de todos los seres creados del mundo. Por maravillosos que sean, los perros, las ranas, las orugas y los asnos no tienen nuestra capacidad de razonar.

No obstante, aun con todas nuestras capacidades de lógica y racionalidad, también somos seres emocionales. Se podría alegar, justificadamente, que las emociones rigen nuestra vida más de lo que la razón lo hace, o podrá hacerlo.

Las emociones son buenas; sin ellas, apenas seriamos humanos. (¿Qué clase de persona no conoce el amor, la compasión, la simpaa, el temor o la tristeza?) Los robots son capaces de actuar sin emociones; nosotros jamás podríamos hacerlo.


Por supuesto, viviendo en un mundo de pecado, nuestras emociones a menudo nos generan gran dolor. La enfermedad, la guerra, la pobreza, los desastres naturales, la inseguridad económica, los problemas de familia ¿cómo no podrían causar temor, tristeza y pena, que nos son tan familiares?


Consideren, además, ¡las reacciones emocionales que suscito nuestro mundo en Jesús! "Jesús lloro" (Juan 11:35). "Entonces [Jesús], mindolos alrededor con enojo" (Mar. 3:5). Jesús dijo: "Mi alma está muy triste, hasta la muerte" (Mar.14:34). "Jesús entonces, al verla llorando, ya los judíos que la acompañaban, también Llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió" (Juan 11:33). "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto" (Isa. 53:3).


En Hebreos se expresa bien esta increíble verdad acerca de nuestro Señor: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado! (Heb. 4:15). Esos son los sentimientos de nuestras debilidades y, como todos sabemos, estos pueden ser muy malos.

Tristeza, dolor, pena... no están equivocados, no son pecaminosos. No mostramos falta de fe o de confianza cuando respondemos a los trastornos de la vida con tales emociones. Después de todo, Jesús respondió con emociones. Hoy, estamos separados por miles de años del "¡árbol de la vida!” (Gen. 2:9). Nuestro ADN se ha debilitado. Somos mercadería dañada y, en oposición a los mitos de la evolución, solo estamos empeorando. No es extraño, entonces, que el pecado también haya cobrado su tributo sobre nuestra salud emocional. Muy a menudo, en vez de controlar nuestras emociones, ellas nos controlan a nosotros, aun hasta el punto de impulsarnos a tomar decisiones radicalmente equivocadas, que nos producen todavía más dolor y pena. Afortunadamente, no siempre debe ser asi' EI Señor tiene algo mejor para nosotros.


Las lecciones de este trimestre consideran las emociones humanas y nos presentan principios bíblicos acerca de la manera en que podemos comprender nuestras emociones y buscar el poder de Dios para ponerlas bajo su amante soberanía. Consideraremos personajes bíblicos, concentrándonos en sus reacciones emocionales a lo que les sucedía, cosas buenas o malas, y nos haremos esta importante pregunta: ¿Que podemos aprender de sus experiencias que nos pueda ayudar con las nuestras? Por supuesto, algunas personas -especial mente aquella cuyos problemas emocionales son causados por problemas físicos, tales como un desequilibrio químico- necesitan ayuda profesional cuando está disponible, aunque en ninguna situación deberíamos limitar el potencial de Dios de traer salud a la vida de cualquier persona.

Es nuestra oración que las lecciones de este trimestre, en el contexto de comprender nuestras emociones, nos ayuden a buscar al Señor, quien nos ha otorgado la mayor emoción de todas: el amor. Finalmente, sin importar nuestros altibajos emocionales, que podamos aprender a solazarnos en ese amor, especial mente cuando estemos "abajo" y, entonces, que por la gracia de Dios reflejemos ese amor a otros. Porque, al fin, no importa cuáles sean nuestras tristezas, "¡el amor nunca deja de ser! (1 Cor. 13:8)."

El Dr. Julián Melgosa es decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Estado de Washington, Estados Unidos.

domingo, 2 de enero de 2011

CREADOS A SU IMAGEN




































"DIOS SUSTENTA A SU CREACION, LA CUIDA Y LA AMA, PERO EN ESPECIAL NO NOS OBSERVA COMO OBJETOS SIMPLES, SINO QUE NOS TRATA COMO SUS HIJOS, DANDOLE A CADA SER HUMANO UN AMOR DE PADRE, CUIDANDO Y VELANDO POR SU BIENESTAR." Daniel Mora


POR LA FE COMPRENDEMOS que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Heb. 11: 3). Puesto que es imposible demostrar científicamente cómo y cuándo se originó la tierra, es “por la fe” que discernimos la mano de Dios en la creación.

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gén. 1: 1), y reveló en las Escrituras el informe auténtico de su actividad creadora. La declaración bíblica de que “la tierra estaba desordenada y vacía” (vers. 2) cuando Dios la creó nos lleva a aceptar que él dio origen a todo ser viviente que hay en la tierra y al medio ambiente que lo sustenta, durante seis días literales consecutivos de creación (Éxo. 20: 11).


El registro bíblico establece que los hechos de la creación ocurrieron en algún momento hace algunos milenios, y no decenas de miles o millones de años atrás.

La Biblia no solo señala a Dios como el Creador de todas las cosas, sino que también revela su continuo compromiso con su creación en este planeta, especialmente con los seres humanos, El propósito de Dios de establecer y mantener un contacto personal con su creación se expone claramente en el registro mismo, en la relación inicial del Señor con los seres humanos y en su trato paciente con ellos desde la caída.

La Biblia relaciona la creación directamente con el séptimo día, el sábado, que fue instituido por Dios mismo como un monumento conmemorativo de la creación al final de esta semana literal (Gén. 2: 1-3), La fiel observancia del sábado es una orden divina para recordar este hecho y a su Autor.

Dios creó a Adán y a Eva a su propia imagen, con la capacidad de disfrutar del compañerismo con él. Cuando la obediencia y la lealtad que le corresponden fueron cedidas a Satanás en el Edén, la armoniosa relación entre Dios y los seres humanos se quebrantó. La entrada original del pecado, con sus resultados degenerativos sobre la humanidad (Rom. 5:12, 17, 19), tuvo consecuencias desastrosas en toda la creación terrenal de Dios. Aunque el diseño, el orden y la belleza en la naturaleza aún dan testimonio de una mano amante, el maligno se ha entrometido para pervertir y degradar la creación, que una vez fue hermosa y perfecta. Desde entonces, los efectos del pecado lo manchan todo. De ahí que únicamente a través de una revelación especial puedan los seres humanos, con la ayuda del Espíritu Santo, interpretar correctamente el mensaje de la naturaleza en relación con el origen de nuestro mundo y el carácter de su Hacedor.


A pesar de los intentos realizados para armonizar el registro de la creación del Génesis con la creencia en largas eras durante las cuales se había desarrollado progresivamente la vida, únicamente la aceptación del primer capítulo del Génesis como bosquejo de lo que realmente sucedió durante los seis días de veinticuatro horas cada uno, puede concordar con todo el relato bíblico.

En la creación del mundo, Dios no dependió de ninguna materia preexistente. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Sal. 33: 6). ‘Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Heb. 11: 3). El desarrollo de la física nuclear ha hecho posible comprender hasta cierto punto cómo el poder de Dios pudo transformarse en materia para traer al mundo a la existencia.

La tierra es una porción diminuta de la creación de Dios. “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Col. 1: 16).


El autor de Hebreos afirma que el “hizo el universo” (Heb. 1: 2). No se menciona específicamente en las escrituras si esos otros mundos están habitados, pero esta implícito en la reunión de los “hijos de Dios” de Job capitulo 1, y en el concepto bíblico de la vindicación del gobierno y la justicia de Dios ante el universo en. El juicio (Daniel 7). Es difícil creer que el nuestro sea el único planeta habitado en el gran universo de Dios.

El primer hombre, Adán, y la primera mujer, Eva, fueron hechos a la imagen de Dios, como la obra cumbre de la creación (Gén. 1: 26). Se les dio dominio sobre el mundo y se les encargó la responsabilidad de cuidarlo (vers. 27-30). Cuando esta obra estuvo concluida, el Señor declaró que era “buena en gran manera” (vers. 31).

El significado de la vida, el propósito de la existencia humana, así como el objetivo final de un mundo restaurado a su belleza original, se pueden entender en la medida en que nos son comunicados por nuestro bondadoso Hacedor, que colocó a nuestros primeros padres en un mundo perfecto. Si no fuera por la creación, si este mundo no fuera más que el producto del ciego azar, si no hubiera Dios Creador, no podría haber ley, orden y armonía en el universo.

Una de las evidencias más poderosas para aceptar que hay un Autor de todo son las leyes que los científicos han descubierto, que rigen el universo, y la tremenda complejidad de la vida misma. La lógica y la razón rechazan la posibilidad de que un organismo tan complejo como el cuerpo humano, con su extenso número de sistemas y funciones intrincadamente relacionados, haya podido surgir por la acción de la mera casualidad. A pesar de que la teoría de la evolución, que sostiene que toda forma compleja de vida se ha desarrollado a partir de células vivas simples, es aceptada casi universalmente en la actualidad, no ha sido ni puede ser demostrada o establecida científicamente.

Pero aún más significativo es el principio de amor y benevolencia contenido en la historia de la creación especial: el Dios de amor, que no solo creó sino también sostiene todo permanentemente (Col. 1: 17; Heb. 1: 3). Cristo, el Creador, que hizo el mundo por su palabra (Juan 1: 1-3, 14), demostró su amor por este mundo no solo en la creación original sino también a estar dispuesto a morir por cada uno de nosotros (Juan 3: 16), de modo que este mundo pudiera ser recreado y restaurado a la perfección que existía antes de que el pecado dañara la obra de la creación (Apoc. 21, 22)

Tomado de la Revista Vida Adventista en la Division Interamericana

DIOS ESPIRITU SANTO: EL AMOR QUE NOS GUIA



"DEBEMOS ENTENDER QUE EL ESPIRITU SANTO ES UNA PERSONA DE LA DIVINIDAD, QUE TRABAJA EN PRO DE NUESTRA SALVACION, SI LE NEGAMOS Y LO CONVERTIMOS EN UNA MERA FUERZA, EL NO ESTARA CON NOSOTROS, Y NO DARA TESTIMONIO EN NUESTRAS VIDAS DE JESUS, PORQUE AQUEL QUE NIEGA AL HIJO NIEGA AL PADRE, Y AQUEL QUE NIEGA AL ESPIRITU SANTO NIEGA AL PADRE Y AL HIJO." Daniel Mora



“El Espíritu Santo está involucrado en cada experiencia de nuestra vida cristiana. Cuando acudimos a Dios es porque el Espíritu ha esta o actuando en nuestros corazones para suscitar en nosotros el deseo”

A LUZ DE LAS LAMPARAS flameaba en el aposento alto mientras los discípulos conversaban con su Maestro. Las preguntas que le formularon después de estar con él durante tres años pusieron de manifiesto que no habían entendido realmente la razón de su misión en la tierra. Aún esperaban que libertara a su nación de la dominación romana. A medida que procuraba prepararlos para los tremendos acontecimientos que ya estaban casi sobre ellos, Jesús percibía su confusión. Para mitigar sus temores con respecto al futuro, les habló de la dádiva que su Padre y él le darían al mundo: el Espíritu Santo. “No os preocupéis por el futuro”, les dijo. “Tendréis mi presencia con vosotros en la forma del Espíritu Santo. Él os guiará y os sostendrá en toda experiencia, por difícil o penosa que sea”.

Como uno de los miembros de la Deidad, el Espíritu Santo es una persona, y es completamente divino. Participó activamente con el Padre y el Hijo en la creación y ha esta do estrechamente comprometido desde entonces en el plan de la redención. Los capítulos 14, 15 y 16 del Evangelio de Juan registran la descripción que hizo Cristo de la obra del Espíritu Santo. Es llamado el Espíritu de verdad (14; 17), que sería enviado en el nombre de Jesús (vers. 17). “Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (vers. 26). Fue enviado para dar testimonio de Jesús (15: 26).


Y dado que no está limitado por el tiempo ni el espacio, puede representar a Jesús ante el mundo en todo momento y lugar.

Además de trabajar con los discípulos de Cristo capacitándolos para que llevaran a cabo su misión, el Espíritu Santo estaría presente entre los inconversos, convenciéndolos de pecado, de justicia y de juicio (16: 8).

Posiblemente se comprenda menos la persona y la obra del Espíritu Santo que la de los otros dos miembros de la Deidad. Ello se debe a que la naturaleza de su obra es presentar a Cristo y al Padre antes que a sí mismo. Por medio de su ministerio, los santos hombres de Dios escribieron las Escrituras, que dan testimonio de (2 Ped. 1:21). Llenó la vida de Cristo de poder. Gracias a su ministerio, las Escrituras cobran vida para nosotros hoy, hacen real a Cristo, abre nuestros corazones al Salvador y nos capacita con el fin de que vivamos para El.

El Espíritu Santo está involucrado en cada experiencia de nuestra vida cristiana, Cuando acudimos a Dios es porque el Espíritu ha estado actuando en nuestros corazones para suscitar en nosotros el deseo de aprender acerca del Señor y vivir como El anhela que lo hagamos. Cuando queremos conocer más acerca de Dios en la Biblia y pedimos entendimiento, el Espíritu Santo nos guía a los pasajes que deberíamos estudiar, nos ayuda a obtener, por me dio de nuestro estudio y de las impresiones divinas, una clara comprensión del significado de dichos pasajes y nos enseña a aplicar en nuestras vidas lo que hemos leído. Luego nos da fortaleza para vivir las verdades que hemos asimilado. Cuando nos sentimos compungidos por nuestros pecados y nos arrepentimos, es por el Espíritu Santo. Todo lo que conocemos del Padre y de Jesús, lo comprendemos más claramente porque el Espíritu Santo, humilde y calladamente, realiza en cada persona la obra que le fue encomendada.

El también fortalece a la iglesia y a cada miembro individualmente por medio de dones espirituales, algunos de los cuales son espectaculares por su naturaleza mientras que otros son menos llamativos, pero igualmente esenciales. Varios de ellos se mencionan en Efesios 4: 11: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. (Ver también Rom. 12: 6-8; 1 Cor.12:4-11,28:31; 13: 1-3.) Según se menciona en los primeros y en los últimos versículos de la Biblia, el Espíritu Santo desempeñó un papel activo en la creación, la encamación y la redención. Como representante personal de Jesús, hace por nosotros todo lo que él haría si estuviera físicamente presente


“El Espíritu Santo desempeñó un papel activo en la creación, la encarnación y la redención. Como representante personal de Jesús, hace por nosotros todo lo que él haría si estuviera físicamente presente”

Tomado de la Revista Vida Adventista de la Division Interamericana

DIOS HIJO: LA MANIFESTACION DE UN AMOR INCONDICIONAL


JESUS FUE EL DIOS QUE SE HIZO HUMANO, VINO A ESTA TIERRA A VIVIR COMO NOSOTROS Y UNIRNOS CON DIOS PADRE MEDIANTE LA OBEDIENCIA INCONDICIONAL HACIA SU LEY INMUTBLE, QUE IMPRESIONANTE PARA LA RAZA HUMANA SABER QUE UN DIOS VINO A MORIR POR TI Y POR MI, Y TODO LO HIZO POR AMOR HACIA SUS CRIATURAS. ¡CUANTO MAS NOSOTROS QUE NOS HACEMOS LLAMAR CRISTIANOS DEBIERAMOS MOSTRAR UN AMOR INCONDICIONAL HACIA NUESTROS SEMEJANTES!. Daniel Mora


"NUESTRA ESPERANZA DE SALVACIÓN se centra únicamente en Cristo. El apelativo por el cual es conocido, Hijo de Dios, refleja su lugar en el plan de salvación, un papel establecido antes de que el mundo fuera creado. Nació en este planeta en forma humana (Heb. 1: 5, 6). Antes de su encarnación, existía como Dios en el sentido más completo y elevado desde la eternidad. Él es Dios en naturaleza, poder y autoridad (Juan 1: 1, 2; 17: 5, 24; Fil, 2: 6).

Cristo es el Creador de todas las cosas (Juan 1: 3; Col. 1: 16, 17; Heb. 1: 2). Después de que Adán y Eva pecaron, Cristo mantuvo estrecho y continuo contacto con el mundo. Era el miembro de la Deidad que se despojaría a sí mismo, seria “hecho semejante a los hombres” y se haría “obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2: 7,8). Por medio de él se revela el carácter de Dios a la humanidad caída, se consuma su salvación y el mundo es juzgado (Juan 5: 25-29).

Dios verdadero y eterno, Cristo se hizo real y completamente humano. Siglos antes de que viniera al mundo, los profetas predijeron su nacimiento virginal y el lugar en que’ nacería: Belén (Isa. 7: 14; Miq. 5: 2). Concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen, María, creció en Nazaret, una aldea montañosa de Galilea. Durante su vida en la tierra Jesús experimentó la tentación, como ser humano, pero nunca pecó, ejemplificando así de forma inmejorable la justicia y el amor de Dios, y presentándonos el modelo perfecto para que lo imitemos (Heb, 2: 1648; 1 Ped. 2: 21, 22).

Cristo vivió humilde y generosamente. Como niño, adolescente y joven, ayudó en la carpintería de Nazaret. Siempre fue tierno y cariñoso, interesándose siempre por los de más. A la edad de treinta años (Luc. 3: 23) fue bautizado por Juan el Bautista (por inmersión) en el río Jordán (Mat. 3: 13-17). No fue bautizado con el fin de purificarse del pe cado, puesto que nunca había pecado, sino para “cumplir toda justicia” (vers. 15). Por el bautismo, se identificó con los pecadores, dando los pasos que nosotros tenemos que dar y haciendo lo que nosotros debemos hacer.

Cuando Jesús fue bautizado, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma visible, forma de paloma, y la voz de Dios desde el cielo anuncié: “Es te es mi Hijo Amado en quien tengo complacencia” (vers. 17). Después de este acontecimiento, Jesús pasó alrededor de tres años en un ministerio de amor y altruismo, procurando dar el mensaje evangélico al rico y al pobre, al judío y al gentil.

Sus enseñanzas eran inigualables en su sencillez, atractivo y poder para cambiar los corazones y las vidas. Aun los guardias enviados para arrestarlo en un momento de su ministerio no pudieron, porque el poder y la sensatez de sus enseñanzas los conmovió. Cuando se les preguntó por qué no lo habían apresado, no pudieron responder más que: “Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre” (Juan 7: 46).

Antes de la fundación del mundo, la Deidad había preparado un plan para hacer frente a la contingencia de que surgiera el pecado en la tierra (Efe. 1: 4). Por medio de la muerte de Cristo, todos los que lo aceptaran se convertirían en hijos e hijas de Dios y serían herederos de la vida eterna (Juan 3: 16; l Juan 5: 11, 12).

Cuando Jesús estuvo preparado para comenzar su ministerio, Juan el Bautista lo señaló como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1: 29). Concluyó su ministerio abnegado con el máximo sacrificio: entregar su vida para proporcionar a los seres humanos la posibilidad de escapar del pecado y sus consecuencias.

Jesús sufrió y murió voluntariamente en la cruz del Calvario por nuestros pecados y en nuestro lugar. Pero ni la muerte ni la tumba pudieron retener al Creador. Fue levantado de los muertos y ascendió al cielo después de aparecer varias veces a sus discípulos y comisionarlos para que llevaran adelante la obra del evangelio que el había comenzado durante su breve ministerio.

Cuando ascendió, no abandonó ni olvidó a su pueblo que está en la tierra, sino que inició un nuevo ministerio de intercesión y preparación de su pueblo para que ocupe un lugar en el reino que piensa restaurar en este mundo.

Pronto Cristo vendrá nuevamente en las nubes de gloria, con sus santos ángeles, para la liberación final de su pueblo y la restauración de todo lo que se había perdido a causa del pecado.

El corazón de la Biblia es Jesucristo. Él es el centro de todos los puntos de fe de los adventistas del séptimo día. “En él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hech. 17: 28). Es nuestro amor a Cristo lo que nos mueve a obedecer sus mandamientos, seguir su ejemplo y rendirle nuestras vidas, de modo que pueda morar en nosotros por el Espíritu Santo."

Tomado de la Revista Vida Adventista en la Division Interamericana



"JESUS DIO SU VIDA PARA REDIMIRNOS DEL PECADO, SUFRIO POR NOSOTROS, Y FUE HERIDO "por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isa. 53: 5. POR SU MUERTE NOSOTROS TENEMOS VIDA, PUES ENTONCES SI EL DIO SU VIDA POR NOSOTROS. ¿QUE ESPERAMOS PARA ENTREGARLE NUESTRA VIDA?." Daniel Mora

DIOS PADRE: MANIFESTACION DEL AMOR PURO


EL PADRE NOS AMO TANTO, AMO A SU CREACION EN REBELDIA HACIA EL, QUE ENVIO A SU AMADO HIJO PARA QUE NOS REDIMIESE AL MORIR POR NOSOTROS. DIOS ES LA MUESTRA DE UN AMOR PURO E INMENSURABLE. AQUELLOS QUE TENGAN A DIOS EN SUS VIDAS MOSTRARAN ESE AMOR, PERO AQUELLOS QUE NO AMEN A SU PROJIMO, NO CONOCEN A DIOS PORQUE DIOS ES AMOR. Daniel Mora


"LA NATURALEZA DEL DIOS INFINITO ESTA MUCHO MAS ALLA DE LA COMPRENSION DE LOS HUMANOS FINITOS, Y ES NECESARIO QUE NO LA CONFUNDAMOS CON LA NUESTRA.

Mucha gente, hastiada del culto al yo, hoy busca algo mejor. Y hay algo mejor, algo más confortante: conocer a Dios. Afortunadamente, el quiere que lo conozcamos. De hay que se haya revelado así mismo de diversas maneras: la más directa, en la Biblia.

Las Escrituras no hacen ningún intento directo de probar la existencia de Dios; la da por sentada. Sus primeras palabras “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Genesis. 1:1, indica mucho acerca de el. Antes de que el mundo existiera, Dios existía. Es el Creador, y la Fuente de la materia y la vida.

No obstante, hay mucho de su naturaleza intrínseca que no conocemos, porque no nos lo ha revelado. Entre ellos se encuéntrale hecho de que pueda ser eterno, infinito y omnipresente, y la naturaleza de su esencia. Pero esto se comprende hasta cierto punto gracias a la forma en que Dios nos trata y también por lo que nos dice sobre si mismo. Esa revelación central es su promesa de “amor inalterable”.

El Nuevo Testamento lo presenta especialmente como nuestro amante Padre celestial (Mateo. 5: 45; 1 Juan. 4:8). Por medio de la adopción por Cristo, llegamos a ser sus hijos e hijas (Juan. 1: 12 – 13) Dios, nuestro Padre celestial, no es simplemente una fuerza impersonal.

La declaración de Jesús a la mujer en el pozo de Sicar de que “Dios es Espíritu” (Juan. 4: 24) no fue hecha con el propósito de señalar que Dios carece de forma. La aseveración de Cristo tiene que ver con aspectos mas profundos de la naturaleza divina.

El es sobrenatural y excelso por encima de nuestra capacidad de imaginación. Existe en un plano o dimensión que resulta incompresible para nosotros.

No obstante, el concepto hebreo de espíritu es mas concreto que abstracto. Dios ocupa espacio a pesar de ser invisible para los humanos. Fuimos formado a su imagen (Génesis.1: 27), lo cual indica de algún modo tiene forma. A través de toda la biblia nos es presentado como una persona. Aunque, sin duda, los términos usados en las Escrituras para describir a Dios fueron seleccionados porque así serian más fácilmente comprendidos por los seres humanos, lo representan como una persona. El habla, oye, ve y escribe. Lamenta, sufre, muestra enojo y gozo. Tiene voluntad (2 Corintios. 1: 1; Salmos. 40: 8), juzga (Romanos. 2: 16; Salmos. 7: 11), perdona (Isaías. 55: 7). Ahora bien, es superior a todo; lo creo todo y los sostiene todo. Es omnipotente (Apocalipsis 19:6), alto y sublime (Isaías 57: 15), omnisciente (1 Juan 3: 20), tiene infinita sabiduría (Efesios. 1: 8), es eterno e inmortal (1 Timoteo 1: 17) y omnipresente (Salmos 139: 7; Jeremías 23: 24); en sus acciones esta libre de toda limitación de espacio.

Además, en Dios se centra la autodeterminación y la autodirección de lo que sucede en el universo. Concibe propósitos, y actúa para lograr que sus objetivos sean finalmente llevados acabo y consumados.

Las cualidades y los poderes exhibidos en Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo también nos revelan como es el Padre.

Tomado de la Revista Vida Adventista en la Division Interamericana


LA DEIDAD: MUESTRA DEL AMOR ETERNO. PARTE II


NO TRATEMOS DE COMPRENDER ESE AMOR UNIFICADOR TAN INMENSURABLE DE LA DEIDAD, VIVAMOSLO, QUE VIVIENDOLO, LOGRAREMOS ENTENDER TAL AMOR. Daniel Mora.


"ARGUMENTOS TRADICIONALES DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Únicamente por fe podemos aceptar la existencia de la Trinidad. Sin embargo, la razon nos ofrece evidencias que corroboran nuestra creencia en Dios. A traves de los siglos, los teólogos han elaborado lo que se conoce como pruebas tradicionales de la existencia de Dios:

1. El argumento moral: La búsqueda de cada persona del “bien mas elevado” implica la existencia de un ser moral. La conciencia y la moral distinguen a los seres humanos de los animales. Tiene que existir una fuente de moral humana coherente e independiente: Dios.

2. El argumento mental: Las cualidades de la mente, la imaginación y la inteligencia humanas pueden explicarse únicamente postulando la existencia de un ser omnisapiente.

3. El argumento cosmológico: Puesto que cada efecto debe tener una causa, una cadena interminable tiene que retroceder hasta la gran “Causa Primera” o al “Motor Original”. Las cosas no pueden surgir de la nada.

4. El argumento Teologico: Lo intriado de la estructura y el diseño hallado en la naturaleza, que se extiende desde la mariposa hasta el cerebro humano, hace necesaria la existencia de un Diseñador inteligente. Debe ser difícil para alguien que alguna vez haya construido una computadora creer que la fabulosa computadora que es el cerebro humano pueda haberse desarrollado por simple azar.

5. El argumento ontologico: Anselmo, arzobispo de Canterbury del siglo XI, definió a Dios como “un ser del cual nada superior puede concebirse”. Razono que, dado que la vida tiene que ser parte de tal ser perfecto y necesario, realmente existe. Si es posible concebir que alguien así exista, entonces debe existir en realidad.

6. El argumento de la Experiencia: Las experiencias religiosas tan difundidas indican que debe haber algo a alguien detrás de ellas. El hecho de que tanta gente por doquier haya tenido un conocimiento vivencial de Dios, hace probable la existencia de un ser que creo el mundo y lo sostiene.

Estas “evidencias de Dios” han tenido sus defensores y sus detractores desde el primer momento en que fueron enunciadas. En el pasado siglo se advirtió la presencia de los últimos argumentos más que de los primeros. Pero, desde hace poco tiempo, muchos filósofos y teólogos que se ocupan de estos temas analizan las antiguas evidencias con un nuevo enfoque, tomándolas mas en serio, adaptándolas y actualizándolas para que concuerden con diferentes maneras de pensar actuales.

Sin embargo, más allá de estas evidencias racionales, Dios nos invita a que lo conozcamos por experiencia. El Dios triuno promete: “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jer. 29:13

“UNICAMENTE POR FE PODEMOS ACEPTAR LA EXISTENCIA DE LA TRINIDAD. SIN EMBARGO, LA RAZON NOS OFRECE EVIDENCIAS QUE CORROBORAN NUESTRA CREENCIA EN DIOS”"

Tomado de la Revista Vida Adventista en la Division Interamericana.

LA DEIDAD: MUESTRA DEL AMOR ETERNO. PARTE I

LA DEIDAD ES LA DEMOSTRACION DE EL AMOR MAS PURO Y ETERNO, QUE DOS O MAS PERSONAS SE TIENEN Y QUE ESE AMOR LOS PUEDE LLEGAR A CONVERTIR EN UN SOLO SER. SI FUIMOS CREADOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA ENTONCES PODEMOS LLEGAR A SER UN SOLO SER EN CRISTO JESUS. DANIEL MORA


"OYE ISRAEL: JEHOVA NUESTRO DIOS, JEHOVA UNO ES" Deut. 6: 4

Aunque otras religiones incluyen una “trinidad” en sus panteones, únicamente el cristianismo se destaca por su definida creencia en un Dios triuno, el verdadero Dios viviente (Deut. 6:4), que existe en una unidad de tres personas distintas, coeternas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las personas divinas en esta Deidad trina son inmortales, omnipotentes y omnisapientes.

La Deidad es infinita y esta mas allá de toda comprensión human. Sin embargo, se le puede conocer hasta donde se ha decidido revelarse. Los miembros de la Deidad se han revelado a si mismo por medio de las obras de sus manos manifestadas en la naturaleza, en circunstancias providenciales, en la palabra escrita, la Biblia, y en la palabra viviente, Jesucristo.

Las escrituras enseñan que el Dios único existe como tres personas distintas, la Trinidad:

1. Dios el Padre: “para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas” 1 Cor. 8:6. “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Efe. 4: 6.

2. Dios el Hijo: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” Col. 2:9. “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” Tito 2:13.

3. Dios el Espíritu Santo: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?.... No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Hech. 5:3 – 4. “Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu…. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1 Cor. 2: 10 – 11.

En la Biblia las tres personas de la Deidad se presentan interrelacionándose entre si de la misma manera que los seres humanos. Usan pronombres personales cuando hablan acerca de los demás miembros de la Trinidad (Mat. 17:5; Jn. 16: 13, 28; 17: 1) Se aman y glorifican el uno al otro (Jn.3: 35; 15: 10; 16:14) El Padre envía al Hijo (Mat. 10:40), el Hijo ora al Padre (Jn. 17: 18), y el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo como su representante (Jn. 14:26; 16:7)

Cada personaje de la Trinidad tiene también una obra en particular que realizar, aun cuando los tres cooperan en actividades conjuntas, tales como la creación y la redención.

La afirmación bíblica “Dios es amor” (1 Jn. 4:8) se aplica perfectamente bien a cada una de las personas de la Deidad. El hecho que Dios sea amor desde la eternidad presupone que hay más de una persona en la Deidad. Si hubiera sido una persona en la eternidad, su amor se habría limitado así mismo.

Aunque ningún pasaje bíblico concreto defina la doctrina de la Trinidad, los escritores bíblicos la dan por sentada y la mencionan varias veces. Se hallan implícita en el primer capitulo del Génesis 1, donde se presenta a Dios y a su Espíritu actuando en la creación. El Nuevo Testamento aclara que Cristo también participo en la creación, específicamente como Creador (Jn. 1: 3; Col. 1: 16 – 17; Heb. 1: 2) Mateo 28: 19 ordena el bautismo “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Aquí la doctrina de la Trinidad parece presentarse de un modo tal que le da fuerte énfasis como un punto de fe.

EN EL BAUTISMO DE CRISTO, LA REALIDAD DE UNA DEIDAD TRIUNA SE HIZO EVIDENTE EN LA APARICION DE LAS TRES PERSONAS EN UN MISMO MOMENTO.

Mateo 3:16 – 17 describe al Dios el Hijo, Jesús, al ser bautizado. El Espíritu de Dios se manifestó en forma de paloma que descendió sobre el. Al mismo tiempo se oyó la voz de Dios el Padre proclamar: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”.

Lucas 1:35 incluye a las tres peronas de la Deidad en el anuncio del angel a Maria de que habia sido elegida para ser la Madre del Mesías: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”

Jesús reconoció la distinción que diferenciaba a las personas de la Deidad, cuando afirmo “cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” Jn. 15:26

La doxología o “bendición apostólica” de Pablo también refuerza esta enseñanza. En una oración dirigida a Cristo pidiéndole gracia, al Padre amor, y al Espíritu Santo comunión, el apóstol incluye las tres personas de la Deidad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” 2 Cor. 13: 14.

Tomado de la Revista Vida Adventista en la Division Interamericana.